Hay mi vida qué más te puedo decir,
si supieras que por las noches camino solo.
Ombligos – Totó Yulelé

I

El ombligo es una cicatriz pero no solemos verla de esa manera, a lo sumo la entendemos como una marca. Es muy difícil que nuestra expresión top of mind no sea, simplemente, ombligo. No se me ocurre otra cicatriz que tenga un nombre propio, que sea una entidad en sí misma. Diría que es un gran acierto de marketing pero la realidad es que casi nunca nos acordamos que tenemos ombligo, a lo sumo cuando lo secamos al salir de la ducha.

II

En esta ciudad hay, según Wikipedia, 3.075.646 habitantes sobre una superficie de 203 kilómetros cuadrados, lo que nos da como resultado una densidad de población de 15.151 hab/km2. Para entender si eso es mucho o poco, busqué otras ciudades e hice una lista:

1. Beijing: 1.324 hab/km2 (población: 21.710.000)
2. Moscú: 4.822 hab/km2 (población:12.108.257)
3. Madrid: 5.300 hab/km2 (población: 6.345.000)
4. Londres: 5.590 hab/km2 (población: 8.787.892)
5. Tokio: 6.373 hab/km2 (población:13.185.502)
6. Hong Kong: 6.779 hab/km2 (población: 7.474.200)
7. Sao Paulo: 8.005 hab/km2 (población: 12.176.866)
8. Nueva York: 10.756 hab/km2 (población:18.897.109)
9. París: 21.258 hab/km2 (población:10.516.110)
10. Bombay: 23.989 hab/km2 (población:14.465.951)

En la investigación me di cuenta de que tenía muchos preconceptos errados y también me crucé con muchas sorpresas, como que Beijing es la misma ciudad que Pekín y que lo mismo pasa con Bombay y Mumbai. Supongo que no es ni el primer ni el último caso de personas llamando de distinta forma a la misma cosa.

III

Suponiendo que los números que encontré son acertados, en la manzana en la que vivo hay, en promedio, unos 1507 ombligos y medio.

IV

Si Dios creó a Adán con barro y después le arrancó una costilla a partir de la cual creó a Eva: ¿por qué tienen ombligos en todas las pinturas? ¿Por qué Adán no tiene una cicatriz en el tórax? Son pinturas que hablan justamente sobre el origen. No sé si es uno de los errores conceptuales más grandes de la historia de la humanidad o si lo hicieron a propósito esperando que alguien se diera cuenta algún día.

V

Entre 1934 y 1967 en Hollywood se aplicaba el llamado Código Hays, que regulaba qué se podía mostrar y qué no, en defensa de las buenas costumbres. Mostrar el ombligo era considerado una exhibición, por lo tanto, estaba prohibido.

VI

A continuación un breve estudio de la distribución espacial de los ombligos como conjunto:

• Orgánica en el parque
• Circular en una reunión escolar
• Rectilínea en la fila de la verdulería

Conclusión parcial: ocultos a simple vista, los ombligos están por todas partes. Transpirados en el bondi, pacientes en la sala de espera. Hasta las naranjas tienen ombligos.

VII

Cuando era chico decía pupo en vez de ombligo. Siento que esa palabra guarda la sonoridad tierna e inocente de cuando recién estamos ensamblando el idioma. La palabra pu-po es mucho más fácil de articular que la palabra om-bli-go. La primera parece un juego, casi que puede decirse por accidente, la segunda no.

VIII

Ahora que soy grande ya no digo más pupo en vez de ombligo. Hay toda una dimensión del idioma reservada solo para les niñes. O tal vez es algo parecido a dejar de jugar con juguetes, simplemente va pasando de a poco. Sin que te des cuenta, algo que era vital va desapareciendo: hubo un día en el que jugué con mis soldaditos verdes de plástico sin saber que nunca iba a volver a sacarlos de su lata.

IX

La Omphalophobia es el miedo extremo e irracional a ver y/o tocar ombligos, ya sea el propio o el ajeno. Su raíz etimológica viene del término griego omphalos que significa ombligo.

X

En la antigua Grecia el ombligo, punto medio entre el pecho y los genitales, era el centro de la vida. Hoy en día, cuando alguien cree que todo gira a su alrededor, decimos que se cree el ombligo del mundo.

XI

Según científicos de la Universidad de Helsinki, la apariencia del ombligo indica qué tipo de enfermedades podés desarrollar a lo largo de la vida. Desde desgarros musculares hasta problemas en los riñones. Usualmente se clasifican en base a su morfología: en forma de T, de U invertida, de almendra, ombligos bien profundos, casi lisos o para afuera. El universo de los ombligos está lleno de particularidades que nunca hubiera imaginado.

XII

Los ombligos hacia afuera son una pequeña hernia. La operación para tratarla se llama umbilicoplastía, aunque también se hace con fines puramente estéticos.

XIII

Por más fuerza que haga no puedo acordarme de cómo era su ombligo. Nunca me había hecho falta recordarlo. Siempre había estado ahí, estúpidamente cotidiano, al alcance de los ojos, de las manos, de la boca. Ahora, cuando pienso en ella, no hay ni ombligo ni panza lisa ni agujero ni nada. Es como un vacío que no se ve, como si el recuerdo estuviera roto, como si solo sirviera para recordarme la existencia de una falta.